Posteado por Francisco Javier León, lunes 7 de abril de 2014.
Quizás mucha gente no lo entienda, pero el mes de abril de cada año se convierte para los profesionales que trabajamos en las bibliotecas en nuestra particular Navidad, ese momento en que mostramos a la sociedad que existimos y que prestamos un servicio esencial y universal, participando en el marco cultural que se cimenta con las aportaciones de compañeros de otras profesiones.
Cada biblioteca trata utilizar los recursos que tiene a su alcance para festejar ese día y exteriorizar además el trabajo que se realiza durante todo el resto del año y que permite mejorar y aumentar los servicios que se les da a los ciudadanos.
El próximo 23 de abril de este incierto año se presenta como otra buena oportunidad para adentrarnos en ese curioso mundo donde el papel de celulosa y los gigabytes se dan la mano y donde conviven redes sociales y adultos que nunca fueron a la escuela, intercambiándose historiales orales y lecciones sobre alfabetismo informático.
Paulino Rivero, presidente del Gobierno de Canarias, manifestó en el Debate de la Nacionalidad de este año que una de las directrices claves en cultura era “potenciar las bibliotecas como servicio público esencial con la finalización del Proyecto BICA, cuyo objetivo ha sido la fusión de la red de bibliotecas públicas en un único catálogo en línea y la creación de un único carné de lector, y la implementación del módulo multimedia”.
Pero las bibliotecas son mucho más que un programa informático y personas automatizadas golpeando teclas. Solo hay que asomarse a la ventana de la vida para que un soplo de aire fresco nos permita experimentar que ni siquiera la crisis económica frena su creatividad.
El mejor ejemplo lo tenemos en que dentro de poco las bibliotecas municipales de Telde (Gran Canaria) pondrán en marcha dos nuevos clubes de lectura, uno de ellos orientado a adultos y el otro a pequeños lectores de edades comprendidas entre nueve y doce años, reuniéndose una vez por semana.
Al mismo tiempo, la Biblioteca Insular de Gran Canaria también desarrollará en este mes de abril un taller infantil denominado ‘La Hora del Cuento’, consistente en una ‘narración oral o lectura de un cuento a partir del cual se desarrolla una actividad pedagógica encaminada a fomentar la lectura y su comprensión’.
Y los compañeros de la Biblioteca Pública Municipal de Adeje (Tenerife) supieron llenar su espacio con luz, colorido y pequeños lectores dentro del marco del Día Internacional del Libro Infantil, preocupándose además por transmitir en ellos una imagen más cercana y abierta con el fin de que se sientan como en su segunda casa, y potenciando el uso de los libros como fórmula para adquirir nuevos conocimientos y recrearse en su lectura.
Estos son algunos de los muchos ejemplos que sirven de argumento para garantizar que cada instante es el Día Internacional del Libro. No sé si el miércoles 23 de abril habrá Champions League o si el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid seguirían hipnotizándonos con sus pases millonarios hasta convertirnos en tontos detrás de un televisor. De lo que estoy seguro es que ese día los profesionales de las bibliotecas aprovecharemos este y otros medios para felicitarles la Navidad porque una vez más la ilusión llamará a nuestras puertas.